2007/07/14
Este itinerario supone una de esas actividades que dejan un gran sabor de boca después de realizarlas, pues se trata de una ruta clásica en un paraje impresionante con vistas únicas a la vertiente italiana del Mont Blanc (Pilar del freney, Integral del Peuterey, Aiguille Blanche, Mayor, Brenva, etc). Su aparente facilidad (D) esconde un recorrido de envergadura a tener en cuenta, siempre por encima de los 4.000 metros y con pasajes aéreos y a veces expuestos: no es difícil pero no hay que relajarse.
Esta ruta se escaló por primera vez el 4 de julio de 1887!!, por Martin von Küffner, Alexandre Burgener, Josef Furrer y un porteador?. Elegante elección en aquella época…
En 2007, Kiri y yo encontramos un tiempo de perros en Chamonix y pasábamos los ratos escalando pequeñas vías sin riesgo de avalanchas, en la piscina o babeando en las tiendas más «inn» de este populoso lugar. Antes de irnos, el tiempo mejoró sensiblemente y nos permitió subir al “2ºpiso” a escalar la Rebufat de la Aiguille du Midi y al día siguiente, después de enterrar nuestro material de roca en la Mer de Glace, la Arista Kuffner.
La mejor forma de hacer esta arista es desde la cabaña-vivac de la Fourche, colgada en un mirador increíble, con vistas fabulosas a la vertiente italiana del Mont Blanc. Para ello remontamos el corredor de la Fourche, que se sitúa justo a la derecha de las dos agujas características, algo empinado, entre 45° y 50° durante 150 m.
Este corredor lleva al Col de la Fourche; y desde aquí hacia la izquierda llegamos a la cabaña-vivac por terreno mixto fácil (50 m). El refugio se situa ligeramente en la vertiente italiana (Brenva). Desde la Aiguille de Midi, unas 3 horas.
Dormir un rato y madrugar para salir de noche por la arista, resulta un poco caótico, sobre todo al principio, pues el avance es lento; hasta que la luz del sol nos deja prever lo que nos queda…al principio una arista de nieve deja paso a un pequeño gendarme y éste a una zona de mixto. Luego una fina arista de nieve o de hielo lleva al pie del resalte inferior de la Kuffner.
El primer resalte se sube justo a la izquierda de la arista por un corredor de hielo y nieve. Si la parte inferior del corredor no está en condiciones se puede rodear por la derecha.
El corredor llega a la parte superior de una arista en nieve que se pasa ligeramente a la derecha. Se sigue la arista hasta la cima de una colina de nieve que forma una cornisa, al pie de la característica Aguja Androsace.
La Androsace se rodea por la vertiente de la Brenva, por una pendiente de nieve primero y de rocas después, (algunas cintas y pitones), hasta un pequeño corredor en nieve que se remonta para acceder a una brecha detrás de La Androsace. Alternativamente se puede escalar la Androsace directamente (IV) y luego un corto rápel nos deja en la citada brecha.
La brecha forma una pequeña plataforma antes del resalte superior. Se remonta este resalte empinado por un corredor primero recto hacia arriba y luego a la derecha para retomar un fino corredor que va a parar de nuevo a la arista (extremo de la arista NE del Mont Maudit).
Una vez superadas las mayores dificultades, la cima del Mon Maudit se ve a tiro de piedra, sin embargo nuestro tiempo está llegando a su límite y necesitamos coger la última bajada de la Aiguille de Midi, si queremos llegar a currar como es debido.
Después de unos cálculos de lo que nos costaría completar la ruta y descender a la Aiguille de Midi, decidimos abandonar sobre el hombro NE y descender hacia el N (rápels) hasta el Col Maudit; contentos porque finalmente hemos aprovechado a «estirar las piernas» después de tantos días en el dique seco.
Un video muy ilustrativo…
txastimendiak 
Enhorabuena!! Habéis hecho y hacéis cosas que yo solo puedo soñar…en mis sueños mas húmedos. Mi mas sinceras felicitaciones.
Gracias Ismael! espero que en tus sueños más húmedos no estés colgado de una cuerda pasando frío. Un abrazo y a seguir soñando!
Txasti