A lo largo de los años, todos los itinerarios más lógicos de las agujas fueron recorridos por distintos escaladores ávidos de gloria. La cara este de la gran aguja, hoy considerada la gran ruta de la grande, tuvo que esperar hasta 1957.
Fue entonces cuando Raymond Despiau, Claude Douformantelle, Patrice de Bellefon y Jean Ravier dejaron su impronta en esta bellísima línea, que esconde hoy placas, fisuras y diedros que no dejarán indiferentes a sus seguidores.
Desnivel: 300 metros
Dificultad: MD/6a+ máx. Las mayores dificultades se concentran en la parte inferior de la vía: largos 1, 2 y 4.
Topo_Aguille Grande Ansabere_Cara Este_Txastimendiak
En esta ocasión Kiri y yo accedemos al pie de la vía por la vira característica que corta la parte inferior de la aguja. Se asciende en diagonal por terreno sencillo (III) hasta llegar unos metros más abajo del punto más alto. El primer largo, para empezar, resulta desagradable: se trata de una placa con agarres invertidos que termina en fisura y que después, atravesando por placa a la izquierda, finaliza en un diedro (6a+/6b).
El siguiente largo sortea por la derecha en placa un pequeño techo (V+) y después sale en diagonal hacia la derecha por terreno más sencillo (IV y luego III). El tercer largo es de transición, en travesía a la derecha y nos deposita a los pies del diedro característico.
El diedro se hace agradecido de escalar y puede protegerse cómodamente con piezas grandes hasta un techito que guarda un apretón en la salida (V,V+).
Después de este largo, los demás nos conducen a cima sin mayores problemas. Cuando Kiri y yo realizamos esta escalada encontramos un día muy nublado que nos hizo llevar el chubasquero. Las ganas de escalar nos hicieron atravesar las nubes y flotar por momentos en la cima…supongo que por eso venimos…
Bibliografía:
“Los Pirineos. Las 100 mejores ascensiones y excursiones” de Patrice de Bellefon
“Pirineos. Roca, Nieve y Hielo” de Rainier Munsch, Christian Ravier y Rémi Thivel