La Cabrera. Pico de la Miel, vía “Guirles-Campos»

Si por algo me gusta escalar “clásicas” es por conocer las historias de aquellos que antes que nosotros tuvieron la audacia de abrir fantásticas vías en las paredes más representativas. Y aquellos que fueron unos “fieras” dejaron una huella más profunda, como es el caso de Daniel Guirles y Luis Campos; miembros del grupo UBSA que escribió en letras de oro la historia de la escalada de los años 70-80. Sus vías dicen algo y plasman una forma de entender la escalada que hoy tiende a olvidarse fácilmente con la llegada del taladro.

Esta no será de las que pasaron a la historia, como la del Yelmo o Torozo, pero al menos les sirvió a ambos como entrenamiento de camino a Ordesa (vivac programado incluido), allá por el verano de 1972.

A pesar de ser un lugar tremendamente visitado, el domingo Xabi y yo disfrutamos de esta vía solos en el Pico de la Miel, será que nos vamos haciendo mayores….

Desnivel y dificultad: 150 m, 6b/Ae

Apertura: Daniel Guirles y Luis Campos en verano de 1972

Material necesario: 10 cintas express (largas), cintas para lazar, estribos y un juego completo de Friends (hasta nº3)

Aproximación: desde el área de servicio, sin complicación siguiendo los senderos que conducen a la parte izquierda de la pared.

L1, 40 m, V/V+ La entrada habitual de la “casera Atómica” con un pasín suelto de confianza (parabolt), para seguir las fisuras con buenos agarres hasta la reunión.

L2, 30 m, Ae Remonta el diedro romo que tenemos delante y alcanza por placas el artificial equipado que nos conduce a la otra vertiente, después de superar unos metros aéreos.

L3, 25 m, IV+ Muy bonita y fácil tirada por fisura (con sabinas para proteger al gusto) y placas tumbadas para escalar con «aire en las orejas«

L4, 30 m, 6b Optamos por la salida original, escalando una espectacular tirada con unos pasos finos para llegar al techo característico y muy físicos para salir de él. Después fácil…

L5, 35 m, III+ (trámite) Remontar los 5-6 metros de placa que tenemos delante para alcanzar una plataforma cómoda desde donde se sigue “a sentimiento” por grandes bloques y diedros, hasta la arista cimera.

Descenso: andando por la ruta normal

Horario: 30´de aproximación, 2 h 45´de escalada y 40´para el descenso

** Gracias a Raúl Redondo, del Grupo de escaladores de La Cabrera, por los apuntes históricos **

Pico Olibón (2.482 m), cara Sur

Hacía mucho tiempo que no sacábamos a relucir las pieles de foca por el Piri; tanto que esta salida me llega a poner tan nervioso como aquellas de cuando empezaba…Aprovechando mi cumple, me escapo con Carlos y Xabi con un objetivo asequible y orientado al sur, que por fechas y condiciones es una opción conservadora y segura.

El Pico Olibón es uno de esos picos de esbelta figura que, desde el valle de Igüer, llama mucho la atención. Lo teníamos fichado de nuestras andanzas por la Llana del Bozo y la Llana de la Garganta, años atrás.

Así que aprovechamos la ocasión {principios de febrero con mucho frío y vertientes soleadas al sur} para visitar esta montaña.

Desnivel y dificultad: 1000 m (totales) y 3.3/E1. Las dificultades se concentran en los 30-40 primeros metros desde la cima con fuerte pendiente, luego se abren amplias palas para disfrutar de un placentero descenso.

Punto de partida: desde el Refugio de Lizara nos despedimos de las ordas de montañer@s y esquiador@s que se dirigen al Bisaurin, para ascender al Collado del Bozo, pasando por la base de la muralla sur del Bernera.

Desde el Collado del Bozo las vistas al macizo de las «Llanas » es impresionante y sin perder altura nos adentramos en la Foya Aragües que, entre la Llana del Bozo y el Bernera, accede rápidamente al pico Olibon.

A pesar del viento, según ganamos altura las condiciones mejoran, gracias a la inversión térmica; y para cuando llegamos a la cima el descenso desde la cima se avecina placentero.

Primeros metros algo más tiesos y después disfrute total,…también incluso desde el Collado del Bozo, donde descendemos siguiendo una canal continua hasta los llanos del refugio.

No se puede pedir más. Vamos desfilando uno a uno… y desinflando las piernas poco a poco,… que la temporada acaba de empezar y se nota…

Horario: 5,5 horas en total, ida y vuelta.

Referencias: «Esquí Libre» de Iban González.

Peña Karria (1.135 m), vía “Paule”

La vertiente sur de Peña Karria, con el paso del tiempo, se está cubriendo de vías de varios largos que animan a hacer escapadas rápidas. Llegaron a nuestras manos los croquis de dos nuevas propuestas y allí que nos fuimos Xabi y yo, ahora que lo más normal es escalar cerca de casa. La “Paule” es una “petit course” con largos muy chulos pero que no tiene en ningún momento sensación de patio, al ser un recorrido escalonado. Especial mención a la última tirada mantenida y espectacular.

Desnivel y dificultad: 145 m, 6c (V+/A0 oblig). Vía escalonada que salva un espoloncillo cerca de la ruta normal.

Apertura: Koldo Orbegozo y Esperanza Gallego

Material necesario: 15 cintas expres y 3-4 friends medianos 0,5, 0,75, 1. La vía está generosamente equipada en general, aunque alguna pieza puede venir bien en pasos concretos.

Aproximación: la misma que la ruta normal de Peña Karria. La vía es fácilmente visible desde el sendero, que pasa justamente por debajo del primer largo.

Un primer largo, corto, nos permite entrar en el «espolón», primero hasta un árbol y después superando un pequeño resalte hasta el pie de una placa característica (20 m, 6a).

El segundo largo tiene una calidad reseñable; primero superando una fisura y después ascendiendo una placa que se va quedando sin agarres y guarda un paso a bloque (durillo), para llegar a un pequeño desplome con buenos agarres (30 m, 6c).

La tercera tirada se nos hace corta: realiza una travesía aérea con muy buenos agarres y sale al recto a un jardín (25 m, 6a).

Cuarto largo de trámite: asciende un muro poco marcado que termina en un jardín que hay que seguir hasta el pie de un murito (20 V-).

La siguiente tirada, también se queda corta: un muro vertical muy chulo de escalar con pasos en placa y fisura (20 m, 6b).

Y para finalizar la «guinda». Desde la última R, atravesamos la vira de la ruta normal y nos colocamos a los pies del gran muro que tenemos delante. Desde aquí a la cresta cimera disfrutaremos de una escalada mantenida, cada vez más vertical (30 m, 6c)

Descenso: 1 rápel de 30 m, desde la última R y desde aquí andando.

Horario: 30´minutos a pie de vía, 2 h 45 minutos de escalada y 50 minutos de descenso (rápel + descenso).

Panticosa, pared de Forronías; vía “Capricornio”

Durante una visita al valle de Tena, Txus y yo aprovechamos una mañana para conocer esta pared con un buen puñado de vías: ideal cuando la meteo por las alturas es incierta y tenemos poco tiempo. Su cercanía al pueblo la hace muy accesible y cómoda. La “Capricornio” parece ser la clásica del lugar y hemos oído hablar bien de ella; y no nos ha defraudado.

Desnivel y dificultad: 140 m, 6a

Aperturistas: Julio Armesto, Enrique Villasur, Fernando Guzmán, Antonio Tobar y José Torrijos en 1985.

Material necesario: La vía está equipada con parabolts y argollas para rapelar y vienen bien 4 friends medianos (del 2 al 0,5), así como 12 cintas expres (3-4 largas, como siempre).

Aproximación: la pared de Forronías, se encuentra a algo menos de 1,5 km del pueblo de Panticosa, en dirección al Balneario. En la misma carretera: desde el parking de la estación 25 min.

La primera tirada asciende junto a una fisura herbosa, primero por la izquierda; y después de pasar una R opcional, por la derecha; siempre por placas nervadas con buenas regletas (V).

El segundo largo comienza por terreno más o menos tumbado (IV) y remonta un desplomito corto (V) hasta el pie de una chimenea.

3º Largo. Chimenea chula con un paso algo físico, hasta el pie de unos techos anaranjados.

Última tirada: muy chula y atlética con gran ambiente y buenos agarres (6a).

Descenso: en 2 rápeles de 60 m.: de la R4 a una instalación intermedia, más debajo de la R2. Y desde ésta hasta el suelo.

Horario: 25´aproximación, 2,5 h de escalada y 25 min de rápeles.

Referencias bibliográficas: «Valle de Tena» de Luis Alfonso