Alta Ruta del Monte Rosa: Cervinia – Zermatt (II): Castore (4.223 m)

Hoy nos toca una etapa algo más larga que la de ayer: después de subir al Castore (4.223 m) descenderemos en dirección al Refugio Quintino Sella y remontaremos (habiendo sorteado las barreras de seracs) el paso del Naso del Lyskam, para terminar en el Refugio de Gnifetti. Un recorrido que ronda los 15 km, con un desnivel de 1.300 m+ y que tiene un par de tramos a tener cuidado y otras muchas transiciones…

Para cuando salimos del refugio Val d´Ayas varios grupos han empezado ya y nos sacan un buen trecho. El ascenso es cómodo hasta la base del Castore y el frío intenso…parece mentira que estemos en primera.

Este año las condiciones son más secas de lo habitual y prácticamente en todas las vertientes aflora el hielo de forma generosa. Xabi y yo optamos por no utilizar la cuerda, lo que nos permite ganar posiciones y terminar en la arista en un horario muy bueno… y solos.

El Castore lo ascendí ahora hace 20 años con un puñado de amigos de lo más variado. Eran otros tiempos en los que nos iniciábamos en unas montañas que se quedaron metidas muy adentro…dejando un veneno difícil de curar. Venir con tablas de esquí no es más que la guinda a ese camino tan intenso…

Desde la cima del Castore continuamos por el filo de una arista muy bonita con vistas a los Lyskamm. En su final unas balizas nos orientan el descenso en esquís.

Se trata de sortear las barreras rocosas y de seracs, en dirección al refugio Quintino Sella…

Cerca del refugio jugamos a no perder altura y a aguantar a mantenernos lo máximo posible sobre las tablas. Inevitablemente el «juego» termina y nos toca volver a foquear un largo paseo hasta el Naso del Lyskam… una cima secundaria que nos dará acceso a los «dominios de Gresoney».

En este sentido (oeste-este) el Naso ofrece un rampón muy helado que requiere agilidad y rapidez… volvemos a «pasear» el material y ascendemos sin complicaciones.

Ahora toca un penúltimo descenso en esquí…

Ya con las cachas bien calientes, después de un breve foqueo, tenemos a tiro el refugio Gnifetti. Mientras yo bajo a buscar plaza, Xabi tachará la Pirámide Vincent a su lista: todavía le queda gasolina! …

Otro gran día de esquí de montaña! Ahora pizza para recuperar, que mañana pondremos la guinda al «bucle» del macizo.