Aprovecho que mi amigo Aitor se encuentra estudiando a tope, para animarle un poquillo con estos buenos recuerdos de nuestra escalada a la Visera por la mítica “La fiesta del bíceps”. La verdad es que en aquella ocasión todo salió a pedir de boca y disfrutamos de una jornada genial de escalada riglera. Tachaba así una de esas “muescas” memorables de este paraíso aragonés.
Desnivel y dificultad: 250 m, 7a.
Apertura: Salvador y Javier Arnaudas, Fernando Aballe y Fernando Gutiérrez, en 1986.
Material: 15 cintas expres y reuniones.
Cuando uno llega a la base de la pared se orienta fácilmente: “La fiesta” sigue la línea blanca (de magnesio) que recorre la parte izquierda del muraco de “la visera”, hasta que el cogote termina tocando la espalda…
L1+L2, 6a+6b: Primero por el diedro evidente y después se sale a la izquierda para pasar por la R1 de una manera algo incierta.
L3, 7a: Comienza con una placa corta con presas más ñaperas y después sigue por un diedro sobado y técnico algo romo. Sigue por un pequeño desplomito para llegar a la reunión.
L4, 6c: El desplome se hace evidente y ya no nos va a dejar hasta el final. Diedro-fisura en diagonal de izquierda a derecha: largo.
L5, 6b+/6c: Grandes cazos y se hace necesario navegar entre chapas. Un largo brutal.
L6, 6c: Sigue la misma tónica que el anterior…pura continuidad.
L7, 6c+/7a: El desplome se hace algo más marcado y los seguros están algo más cerca. Grandes cazos.
L8, 6a: Sale a una canal con un par de pasitos, continuas navegando para buscar la siguiente chapa y nos plantamos en lo más alto de la Visera.
”Riglos vertical” de Miguel Carasol y Chema Agustín.
“Escalada en los Mallos de Riglos” de Felipe Guinda.