Gasherbrum2 (8.035m): Piolet Kapitaina Espedizioa

2004/06/26

En 2004 se me presentó la oportunidad que siempre había soñado: participar en una expedición a un ochomil. Mi amigo Karioko, con el que había dado mis primeros pasos en la montaña, se convirtió en el gancho perfecto para formar parte de un grupo de amigos, antes que alpinistas. Durante algo más de año y medio pasamos a ser un grupo sólido que salía a los Piris a entrenar con el hambre de quien humildemente quiere ser merecedor de una gran montaña. Nuestra experiencia en altura era muy diversa; yo ya había ascendido el Aconcagua en el 2000 y mis compañeros ya habían hehco alguna incursión en las inmensidades de Pakistán. El caso es que Mikel, Amado, Aitor, Luken, Bittor y yo pusimos nuestras ilusiones en el Gasherbrum2, de 8.035 metros de altitud, enclavado en uno de los rincones más espectaculares de la Tierra: el Karakorum. Nuestra expedición, gracias a la inestimable aportación artística de Montxo, pasó a llamarse “Piolet Kapitaina” y encarnaba a la perfección el espíritu del grupo…

Aquellos tiempos fueron muy fructíferos y tuvimos la oportunidad de patear buena parte de las rutas clásicas del Pirineo en invierno,  eso sí con pesadas mochilas que pasaron a formar parte de nuestra anatomía; otra cosa era el careto que llevábamos los lunes al curro, después de haber llegado a las tantas el día anterior con una soba de escándalo…de tanto que entrenamos llegué a pensar que podríamos tener problemas de bajones y sobreentrenamiento…

Aquel año se celebraba el 50 aniversario de la primera ascensión al K2, a cargo de los italianos Lino Lacedelli y Achille Compagnoni y el glaciar del Baltoro estaba petado de expediciones y treekings, lo que hacía que no hubiera porteadores suficientes para acarrear la carga de todas las expediciones. Aquello era un pupurri y nosotros estábamos allí metidos, con los ojos bien abiertos para no perder detalle de todo lo que se cocía con tanto “lolo” suelto: revistas, programas de televisión, personajes de leyenda, grandes alpinistas, aspirantes a alpinistas, curiosos, paketes, etc…en Concordia, punto de confluencia de los glaciares Baltoro y Godwin-Austen, dimos la espalda a aquel «circo mediático» para encarar nuestro objetivo, el Gasherbrum2.

Esta montaña se encuentra situada en un bello y recóndito circo, al fondo del glaciar de los gasherbrums, junto a montañas tan ilustres como el GI o Hiden Peak de 8.068 metros, el GIII o el todopoderoso GIV de 7.925 metros.

La primera ascensión del GII data del 1956, a cargo de una expedición austriaca formada por Sepp Larch, Fritz Moravec y Hans Willempart, por su arista suroeste. 19 años después se realizaría la segunda ascensión a cargo de una expedición francesa que escaló el hoy llamado espolón de los franceses, a la derecha de la ruta normal. Y la nuestra… sería una de las muchas expediciones que cada año acosan a esta “accesible” montaña.

Nuestra llegada al campo base fue bastante atropellada porque estaba nevando mucho desde hacía días, parte de los porteadores se negaron a continuar y porque nos faltaba buena parte de nuestro equipo, además de sufrir muchos de nosotros una molesta gastroenteritis.

Aún así salimos al día siguiente para conocer el glaciar y hacer un depósito de material a mitad de camino. Poco a poco fuimos aclimatando y ganando terreno (CI, CII,…), a base de recorrer una y otra vez el mismo camino que separaba, en aproximadamente 5 horas, el campo base (5.200 m) del campo 1 (6.000 m), con pesadas mochilas que llevaban artículos tan variados como jamón serrano, cargas de gas o latas de conservas. Sin duda alguna, nuestra expedición era la que más comida llevaba (en Kgs, lo mismo que un grupo de 12 personas).

Era habitual que entre día y día de trabajo una nevadita borrara las huellas…recuerdo uno en concreto, que después de que hubiéramos instalado nuestro CII, cayó una nevada interesante y al volver a los dos días, el resto de expediciones nos esperaba para localizar las cuerdas enterradas.

Una vez habíamos alcanzado los 6.500 del campo II y aproximado hasta los 6.800 metros, justo debajo de un serac que da acceso al CIII, a 7.000 m; el pronóstico meteorológico cambió y con él mis esperanzas de cumplir mi segundo sueño de hacer cima. Venía un marrón interesante, según nos indicaba Luken desde el base, y se quedaría muchos días…así que bajamos, una vez más al base.

El tiempo pasó y la predicción se cumplió, tanto que otras expediciones decidieron volverse, dejándonos en los avances de nuestras tiendas, la comida que les sobraba: “maldita la gracia!, cada uno que se baje lo suyo, no?”.

La estancia en el base, viendo todos los días nevar, era dantesca; aquello parecía Stalingrado, en el invierno más frío del conflicto entre alemanes y soviéticos, durante la segunda guerra mundial. Al cabo del día podíamos repetir más de 100 veces las fechas elegidas para nuestro intento; y según pasaban los días, esas fechas se iban modificando y retrasando,…hasta no cuadrar en el plan de días.

Amado, Mikel y Bittor decidieron retrasar sus vuelos, esperando que una tregua en el tiempo les diera opciones para hacer un intento. Yo no podía retrasar el mío pues mis días de vacaciones ya los había alargado antes de venir…El 19 de Julio seguía nevando y mi intención de hacer un intento con Aitor se esfumó después de cenar…en aquel momento, mi particular aventura finalizaba y lo único que esperaba era que mis compañeros tuvieran mejor suerte que yo. Me eché una buena llorera en mi tienda…

El 24 de Julio, nuestros caminos se separaron: unos tiraron para arriba con la incertidumbre de quien intenta a la desesperada una montaña en la que ha estado nevando durante una semana; y otros tiramos para abajo, tristes al aceptar no haber tenido posibilidad alguna de realizar un ataque; mirando atrás de reojo aquellas imponentes montañas que empezaban a formar parte de nuestros recuerdos.

El día 26 de Julio, alcanzábamos Luken, Aitor y yo el collado de GondogoroLa (5.600 m) en nuestro camino de retorno hacia la aldea de Hushe y alegrábamos la vista divisando un horizonte plagado de increíbles montañas (Torre Muztang, K2, Broad Peak, GIV, GII, GI, Chogolisa,…); y en aquel preciso momento, y sin saberlo, Amado, Mikel y Bittor pisaban la cima del Gasherbrum2: toda una victoria para una expedición humilde y que había luchado hasta el final.

Así terminó una gran experiencia para mí, plagada de anécdotas, buenas farras en el base, ilusión, sacrificio, madrugones, frío, pena y grandes amigos, con los que hoy en día sigo disfrutando de la montaña…Una experiencia que me sirvió para aprender que la ilusión de un grupo de amigos puede mover montañas; y que la crueldad de la meteo puede llegar a quitarte las ganas de pasar por un trago igual.

3 pensamientos en “Gasherbrum2 (8.035m): Piolet Kapitaina Espedizioa

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s