Podría decirse que “Baraka” es la joya que todo escalador que acude a Taghia por primera vez quiere apuntarse en su efímero listado de conquistas. Ahora bien, habrá que tener en cuenta la previsión del tiempo (cosa difícil aquí) y la velocidad de la cordada, ya que a la aproximación (1 hora) y a la escalada de 700 metros de desnivel (7,5 horas) hay que añadirle un descenso delicado (1,5 a 2 horas) en el que hay que mantenerse concentrado para no cagarla. Lógicamente, hay quien tiene hecha esta vía en 4,5 horas…me refiero a gente normal!.
Dificultad y longitud: ED-, 680 m, 7b (6b-A0 oblig.)
1ª ascensión: Robert Gentili y Bernard Duterte, con la ayuda de Youcef, RIZKI en 2000.
Material: vía equipada 16 expreses y reunión; para la parte superior son recomendables friends medianos del 0,25 al 1.
Horario: 1 h 15 min./ 7 h. y 20 min./ 2 h. y 15 min.
Descenso: Seguir los hitos que de forma increíble nos conducen a través de destrepes fáciles y travesías con ambiente, primero por la vertiente norte y después hacia el este, hasta un rápel volado que se sitúa junto a un arbolito quemado en un nicho. Desde aquí uno puede tomar el descenso por la canal del Taoujdad, o retornar a la base para volver por el mismo sitio (yo recomiendo esta opción, más si se prevé lluvia por la tarde).
El pilar sur del Oujdad por el que circula esta ruta es sencillamente impresionante y habrá que alejarse bastante para tomar una perspectiva de sus dimensiones reales. Parece mentira que por semejante paredón discurra una vía chapada…
Nuestra escalada de “Baraka” no estuvo exenta de incertidumbres, ya que las conjeturas y paranoias en el albergue no fueron pocas para conseguir entrar a la vía los primeros y solos. Y es que en esta época, prácticamente todos los días se recorre por alguna cordada; y como dice el refrán: al que madruga…Xabi y yo madrugamos y empezamos a escalar a las 6:40, algo que nos hizo alcanzar la cima a las 14:00 e iniciar el descenso con tranquilidad; y es que por la tarde cayó una tormenta importante…!librada!
El itinerario puede dividirse en dos partes bien diferenciadas: una primera más exigente y que constituye los 6 primeros largos (6b+/6b/6b+/7b (6b-A0)/6b+/6c); y una segunda parte, más escalonada y de dificultades más llevaderas (6a+/V+/6a/V/6a/IV/6a/6a+/6a). Esta segunda parte está menos equipada y puede venir muy bien utilizar friends medianos, sobre todo en los tres últimos largos.
El 4º largo (7b, 20 m) consiste en un muro muy técnico. Está muy chapado y se puede A-cerar (6b-A0 obligado).
Alcanzamos la R5 para acometer el largo llave para continuar de forma algo más «relajada». 6c de 40 metros, muy continuo.
Para cuando llegamos a la R6, llevamos 3 horas y media por lo que nos relajamos y continuamos con la tranquilidad de saber que los próximos 10 largos no nos van a ofrecer grandes problemas. Y así fue, aunque la verdad es que son largos muy largos en un terreno más incierto y en el que conviene hacer uso de los friends, pues los alejes son importantes (a veces).
Remontamos durante cinco largos una serie de muros escalonados y accedemos por un espoloncillo a un pequeño jardín, que remontamos sin problemas, y escalamos un corto púlpito (IV). Desde aquí se aprecia el torreón que lleva a la cima en tres largos de diedro (de carácter muy pirenaico, aunque con una roca mucho mejor).
La llegada a la cima se realiza andando desde la R15, remontando primero una zona de bloques y después una arista pasando junto a un árbol.
Baraka es una palabra árabe que significa “bendición” divina. No obstante en bereber se utiliza baraka para expresar saciedad, artazgo,… “suficiente”!, según nos contaba Abdul en el albergue, mientras nos colocaba cuidadosamente el tallín sobre la mesa. En cualquier caso, escalar “Baraka” ha supuesto para nosotros una bendición y nos ha dejado muy satisfechos, como final de un gran viaje.